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Taladra mi pupila el infinito
su hondo misterio con fallido empeño
nadie escucha mi voz por más que grito
y el silencio responde, todo es sueño

Mileto, siempre tan lleno de nada.

...
...

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El fuego de ayer quemó mis años
inexorablemente me consumo
en el ascua encendida en que me abraso
me desintegro en polvo de distancia
en partículas cósmicas de olvido
por la ignorada ruta de los sueños
escrubiendo una historia sin sentido.

indivisible

Uno jamás se entera de nada, sencillamente sucede; cualquier día resulta ser que es casi indispensable sentirse complementado.
Uno no sabe en que momento ocurre, busca dentro y fuera, sobre y debajo de todo lo existente.
Uno se frustra, se siente impotente.
Uno no sabe reconocer, ni nombrar, basta con saber que no le pertenece, para anhelarlo.

Uno desconoce al mundo, no piensa, ni razona, no comprende.
Uno existe, y se complementa, hasta donde el dos y los decimales lo permitan.
Uno no entiende, que la peor resta es temerle a esta guerra de signos.

página 27

Yo vi pasar el tiempo.
Mis células son horas, y a su paso
cada minuto llora su fracaso.
Yo soy tiempo, tiempo que vuelve al tiempo,
donde el tiempo es olvido...eternidad.